lunes, 5 de octubre de 2009

FEOS




Dicen que la mayor de las hijas de Zapatero, se ha enamorado de Paquirrín. ¿Se imaginan?. Yo sí, y la verdad es que el tema, además de motivarme, me divierte. Los feos tambien tienen derecho a copular. ¿Y con quien mejor que con otro similar?. Lo que no hay derecho, oiga, es que tios como "Gelete" (feo y pequeñajo como pocos), esté y copule con las tias que lo hace, (la pataki, y la de después... y la de después...y la actual). Y se puede decir, que este comentario es envidia, y yo reafirmo, es envidia pura y dura. No es que yo sea ningún adonis, pero creo que alguna gracia tengo. Volviendo al tema de los feos, estoy seguro que más pronto que tarde, estos individuos procrearán. Sí..sí.. procrearán, y habrá que estar pendientes de lo que salga. Porque la genética tiene cosas muy curiosas. Todos recordamos aquella prima lejana, buenísima, que uno cuando se queda mirando a sus padres, piensa que es imposible, y probablemente lo sea, o no es de ellos (cambio de bebés en el hospital), o el butanero era ex-miss españa venido a menos. En el primero de los casos, uno se quedaría mirando a la madre, pensando exactamente lo contrario. Seguro como estoy de que estos errores son más comununes de lo que se comentan, uno no puede aplicar con todo el rigor que merece, la teoria de la genética. Y procrearán, porque hay algo que llevo observando ya un tiempo. Los feos y los cretinos, tienen una especie de "gen" superviviente, que hace que sigan y sigan procreando, y que estemos siempre bien surtidos, tanto de una cosa como de otra. De cualquier manera, y como en otras cosas, para que haya guapos, es indispensable que haya feos. Como para que haya ricos, indispensablemente tiene que haber pobres. Y con esta proclama concluyo. "FEOS DEL MUNDO, UNIROS, COPULAR, SER FELICES Y PROCREAR". Yo por el momento, y aunque suene a disculpa, ni procreo, ni me creo cretino. Copular, oigan, cuando me dejan

Catalanes




Hace unos dias, me contaron que un catalán dijo que el principal problema de los asturianos, no es que haya muchos que sean subnormales, el principal problema es que hay otros muchos, que aún siéndolo, no se les nota. Lo más grave del tema, es que esta lumbrera pueda que tenga razón. Ahora bien, lo que no sabe este personaje, es que el problema que tienen muchos iluminados de este calibre, es que a pesar de que todo el mundo sabe que es un cretino de raza, nadie se lo puede decir a la cara. Es la ventaja que tiene ser el hijo del máximo accionista. Yo siempre quise ser el hijo del máximo accionista. Es más, si me diesen la lámpara de Aladino, el primer deseo que pediria es que mi padre, fuese el máximo accionista. Da lo mismo de lo que sea, de un banco, de una fábrica de huevos, de una de fajas para gordas, o de un burdel de carretera. La cuestión es apalancarse en un cargo heredado, por muy vago, inútil, despota, cobarde o iluminado que sea. Son como principes a escala. Sólo por nacer ahí, tienen la vida resuelta, dinero, mujeres, y un séquito de pelotas, pegandose dia a dia por arrodillarse delante de él, para demostrarle sus habilidades con la lengua, incluso llegando hasta el final recitando los estatutos de la empresa, haciendo gorgoritos con los restos de la blanquecina sustancia. Bufff...¡¡¡que pereza Dios mío.¡¡¡¡¡. Señores principitos, alguien les tenia que decir que si están donde están, es porque ese pequeño ejercito, esas personas que desprecian, les mantienen en su posición. Son sus empleados, los que todos los dias hacen que sus empresas funcionen. A esos que ni se molestan en conocer, ni sus circunstancias, ni sus inquietudes. Y no me vengan con que arriesgan el capital. El capital lo arriesga quien lo hizo crecer, en todo caso sus padres, con vosotros deberían hacer un estudio genético. Viendo a alguno, uno se pregunta que si fue él el espermatozoide más listo, ¿como sería el más tonto?. Desde luego, mejor no comprobarlo.

miércoles, 3 de junio de 2009

dudas


Por la cabeza de Jonás, rondaba decir la verdad, aunque en su corazón, todavía quería seguir protegiéndola. Algo tan normal en estos días, como era una separación, es algo que no aceptaba, ya que nunca había perdido la esperanza de recuperar lo que un día se rompió. Pero el paso de los días, de las semanas, de los meses, incluso de los años, cada vez lo hacían más dificil. En sus pocos ratos libres, frecuenta los sitios que todavía guardan su aroma. Pasea con la vista en ninguna parte, recordando que sus pies pisaron por allí, recordando su última sonrisa, su última mirada, su último enfado. Jonás siente que tiene que seguir adelante, pero que hay algo que le frena. La herida no está completamente cerrada, y por la pequeña abertura, se escapa su impetu, dejándolo sin respuesta, sin impulso, anclado a un pasado que añora. Muchas veces ha pensado en llamarla, pero simplemente le falta valor para hacerlo. Jonás nunca la haría daño, pero es consciente de que es demasiado arriesgado. Esta vez, volver a sus brazos, es más tentador que nunca, pero tambien más peligroso.

miércoles, 20 de mayo de 2009

momentos


La mañana había sido más calurosa de lo normal para las fechas que corrían. Jonás, buscaba un lugar donde comer, y decidio ir al restaurante de las muchachas mexicanas. De un rápido vistazo, examinó el pequeño comedor. Las mesas, ordenadas por filas, estaban casi vacías. En el rincón, junto a las ventanas, dos hombres de mediana edad compartían alimentos y conversación. Harto de la soledad a la que su profesión le condena a diario, Jonás elige automaticamente la mesa más cercana a la ocupada por esos dos desconocidos. Su conversación, debido al alto tono que utilizan, puede seguirse sin levantar sospechas. Hablan de sus hijos. Se comentan el uno al otro, de la fácil vida que tienen hoy en dia los jóvenes. De la insoportable carga que supone tener hijos en edad adolescente, de sus nulas obligaciones, y de su interminable lista de derechos. Noelia, la joven y morena camarera, se acerca para explicar los componentes del menú. Jonás, escucha con atención y no vacila al elegir. Arroz tres delicias y carne a la brasa, será la comida de hoy. No le gusta abusar de las comidas, ya que mantiene que su esqueleto es muy voluminosos, y a poco que se pase con la comida, le convierten en demasiado pesado y falto de agilidad. Sus vecinos de mesa, siguen poniendo ejemplos de la idílica vida que están consintiendo a sus adolescentes, contraponiendo sus duras condiciones cuando pasaron por esa edad. Jonás, generacionalmente, está a medio camino entre sus vecinos comensales y sus hijos. En silencio medita sobre las reflexiones de uno y del otro. Su meditación se ve alterada por la visión de Sara, la otra camarera, que con su rubia melena, su mirada alegre y su camiseta negra, amplia y escotada, hace que por donde pasa, se haga el silencio. Sus grandes pechos se adivinan libres debajo de su amplio sueter de raso. Su gracioso andar y sus simpáticas palabras la hacen todavía más deseable. Jonás se conforma con tan sólo mirarla y compartir con ella una mirada, aderezada de una sonrisa. Sus vecinos, intentan entablar conversación con ella, pero Sara, sabe como manejar ese tipo de situaciones, y mientras se retira, regala a nuestro héroe una bonita sonrisa. Los comentarios subidos de tono de los dos elementos, hacen que Jonás apuntale sus conclusiones. El terrible precipicio entre lo que dicen exigir a sus hijos, y el penoso comportamiento demostrado con la dulce Sara, devuelven a Jonás a la realidad. Su arroz se enfría. La pareja hace comparaciones entre sus penalidades y la fastuosa vida de sus hijos. Sara pone un café en la barra. Noelia saca arroz para el muchacho de la camisa verde que se ha sentado en la otra esquina. Ha pasado un momento en la vida de nuestro personaje. Un momento cualquiera, lleno de matices, lleno de olvidos. Y Jonás, se siente un momento más viejo. Y piensa que él nunca será tan hipócrita. No se puede evitar, la vida sigue.

viernes, 1 de mayo de 2009

No te salves




No te quedes inmóvil en el medio del camino

no congeles el júbilo

no quieras con desgana

no te salves ahora ni nunca

no te salves

no te llenes de calma

no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo

no dejes caer los párpados pesados como juicios

no te quedes sin labios

no te duermas sin sueño

no te pienses sin sangre

no te juzgues sin tiempo

pero si pese a todo no puedes evitarlo

y congelas el júbilo

y quieres con desgana

y te salvas ahora

y te llenas de calma

y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados pesados como juicios

y te secas sin labios

y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil al borde del camino

y te salvas

entonces

no te quedes conmigo


MARIO BENEDETTI

domingo, 12 de abril de 2009

No merece la pena


Jonás llamó a la bella Carmen, para salir a copetear el sábado por la noche. En un mundo que demasiados años atrás quedó, parecía sentirse un extraño. La insolente juventud de la fauna nocturna, le descolocaba. La gran ciudad le ofrecía todos los ambientes. La bella Carmen, usuaria habitual de la noche, se movía como pez en el agua, manejando a su antojo, tiempos y lugares. Jonás se dejaba llevar por su experiencia, y tan sólo lamentaba la ausencia de unos labios que besar y de un cuerpo que acariciar. Carmen le ofrecia su amistad, su conversación y su inexpresiva mirada. Su conversación, un racimo de problemas amorosos, involucraba a Jonás en tratar de aconsejar siempre la mejor opción. Y es que Carmen, como todas las mujeres bellas que conocía, era un decálogo perfecto de dudas. Insegura de pies a cabeza, relataba como su última conquista, no la llenaba. Jonás y Carmen conformaban una sociedad que casi nadie comprendía. La amistad que les unía, iba más allá de los intereses, y se brindaban apoyo incondicional ante sus cada vez más seguidos, desencuentros sentimentales. Parecían empeñados en ir en contra de la lógica, buscando fuera de su "sociedad", algún sustituto para consolar ese alma inadaptado. Años atrás, Jonás estuvo tentado de aclarar sus sentimientos con ella, pero, sabía que tenía tanto que perder, como que ganar, decidiendo por tanto, ocultar sus sentimientos, a la espera de tener mejor oportunidad. Con el tiempo, esos sentimientos se fueron transformando en una sincera y respetuosa amistad, pero de vez en cuando, la accesibilidad que tenían, le turbaba la mente, haciendole caer en profundas meditaciones. Parecía que el destino jugaba con ellos, y que no eran capaces de hacer coincidir sus periodos de enamoramiento, con el de sus rupturas, no coincidiendo en el mismo estado al mismo tiempo. Pero hoy Jonás no quería pensar en nada de eso. Necesitaba cambiar el ritmo, y nada mejor para ello que hacer algo que no era muy habitual. Los bares, atestados de gente, eran muestras exactas de nuestra sociedad. El mismo grupo de personas, parecían hacer un circuito invisible, ya que coincidian repetidamente en todos los locales. El ruido en el interior de los mismos, hacía imposible la comunicación, ganando terreno el lenguaje de las miradas. El señor calvo, ante la pasividad de Jonás, decidió jugar sus cartas con la bella Carmen, evento que ella solventó con su mejor sonrisa, pero con total indiferencia. Y es que en ese juego, ella era imbatible. La noche fue una sucesión de lugares y cuerpos divinos, hasta que agotados, decidieron retirarse a descansar. Ella, con la dificultad típica de haber consumido cervezas por encima de sus posibilidades, tenía la sonrisa fácil, pero no por ello menos maravillosa. En los exquemas de Jonás, perder un mínimo de sus condiciones a causa del alcohol, ni si quiera era algo que alguna vez se plantease y hacía balance de la noche. Mientras oía la superficialidad de su amiga, llegaba a la conclusión de siempre. No merece la pena.

viernes, 10 de abril de 2009

Cuando quiero sol


La letra de la canción dice, "estás a mi lado, cuando llueve en mi, cuando quiero sol.....". Hoy es de los dias que llueve, y de que manera, en mi interior. Llueve con tal fuerza, que estoy muy cerca de ahogarme. Es un dia tristón, por todo. Por lo que representa, aún no siendo creyente, porque la climatología parece que se ha puesto deacuerdo con la melancolía, y en todo su explendor, trata de castigarme, quizás merecidamente. Hoy quisiera dibujar un beso en mi voz, hoy quisiera tener cerca a quien me hace reir, quien me hace llorar, quien me hace confesar en silencio, que lo es todo para mi, porque hoy más que nunca, estoy convencido, de que quiero sol, pero sólo veo lluvia. Días como hoy, te devuelven a una realidad, fuera de la vorágine del trabajo, para darte cuenta, que estás tu, y nadie más. Este es el bagaje que uno tiene. Me enfrento a una escalera, a la que algunos suben de un tirón, pero que a mi, me cuesta tanto subir cada peldaño, como si tratase de escalar el Everest. La presión sobre mi frente, hace que incluso me cueste mirar cara a cara a la vida. Hoy no hay nadie conmigo, y lucho contra esta enemiga a la que no me acabo de acostumbrar, la soledad, armado hasta los dientes de un falso amigo, el orgullo. Y es que una vez más me vuelvo a confundir. Paradogicamente, es necesaria la derrota del amigo, para que esta enemiga se confíe y desaparezca para siempre.

jueves, 26 de marzo de 2009

¿Que ofreces?


Jonás llegó a casa agotado. Las manecillas del reloj marcaban las 21.45. La soledad de su apartamento, le envolvía en un silencio que no pocas veces agradecía. Pero hoy era distinto. Recapitulaba mentalmente la rutina en la que vivía. Había elegido esta vida, y hoy por primera vez, pensaba que el precio que estaba pagando por ello, era demasiado caro. Sus 38 años empezaban a pesar en esa vorágine en la que se estaba convirtiendo su existencia. Pensaba lo agradable que sería tener a alguien esperándote en casa. Un rostro amigo, con el que combatir estos silencios, que pesaban más que nunca. Recordaba su pasado, en el que la ilusión por compartir esos pequeños momentos, le había llevado a arriesgar más de la cuenta, enamorándose de la mujer equivocada. Aún sabiéndolo, Jonás tenía el corazón lleno de anécdotas y de proyectos, junto a la persona que más había querido, y a punto estuvo de destruirle. Porque la experiencia le decía que enamorarse era un estado especial de bienestar, pero tambien era un estado demasiado arriesgado, donde alguien era capaz de hacerte daño, desde lo más profundo. Jonás se encerró en su trabajo, y la locura que voluntariamente se comía dia a dia, tenía su encanto. Estaba satisfecho de haberse demostrado así mismo que era capaz de superar las dificultades de vivir con el corazón roto. Sin embargo, hoy algo habia hecho que todo ese modelo saltase por los aires. Los sueños, no se pueden controlar, y llevaba soñando con ella varias semanas. La idea de volver con ella, le daba mucho miedo, pero a la vez, le daba alegría. Jonás cerró la puerta de la nevera, después de examinar el interior de la misma, como quien mira un duelo de espadanchines. En su cabeza, tan sólo una preocupación, porque era de los que pensaba, que para recibir, primero hay que dar. ¿Que podía yo ofrecerla para ser feliz?. Indudablemente, él sabía que estaba en disposición de ofrecer muy poco. Su trabajo le consumía el tiempo, y tan sólo quedaba libre cuando estaba demasiado cansado, como para ofrecer algo minimamente digno. Fue entonces cuando determinó que la felicidad no la podría alcanzar con las armas que tenía. Tendría que cambiar el ritmo, deshacerse de responsabilidades y disponer de un tiempo de calidad para ofrecer. Seria entonces cuando daría el próximo paso. Abrió su lata de cocacola, alzó la mano que la sujetaba hacia el cielo, y dijo, ¡¡¡va por ti¡¡¡. Y Jonás, esa noche, olvidó rencores, cogió el telefóno, marcó el número que aún recordaba de memoria, y al oir su casi olvidada voz, preguntó, ¿que ofreces?....

sábado, 14 de marzo de 2009

Dolce Vita.


Jonás madrugó ese sábado. Entre sus prioridades, esta vez estaba ir al gym. Lo llevaba pensando toda la semana. Unos días por unas cosas, otros por otras, no había podido hacerlo desde hacía un mes. Esta vez, nada se pondría por delante. Salio del portal de su casa, con la bolsa al hombro. Decidido arrancó el coche, que sin mayor esfuerzo, le llevaría al destino. Conduciendo, pensaba como había logrado alcanzar un nivel físico óptimo, gracias a sus esfuerzos y su constancia, pero que la ausencia de esos ejercicios últimamente, le habían hecho retroceder en su plan de mantenerse en forma. Entró en las instalaciones. Soprendido por la presencia de un nuevo recepcionista, muy del gusto de las féminas, ofrecio los buenos dias a toda la concurrencia. Llegó al vestuario, no sin antes pensar en lo bueno que sería que fuesen mixtos, y en que para algunas cosas, estabamos todavía en el siglo XIX. No obstante, una vez dentro, Jonás era de los que desconfiaba de todo el mundo. Se sentía observado, y eso le incomodaba. Entendía que a algunos les pudiese gustar su cuerpo, pero reprochaba la falta de discrección de algunos usuarios. El vestuario de un gym, es un micro mundo, en el que no falta de nada. Hay gente de todos los tamaños, colores y edades. En el banco de su izquierda, se secaba un joven de aspecto árabe, quien sin duda, y a tenor de sus musculadas espaldas, era un asíduo a las instalaciones. Todo lo contrario, que el muchacho, bien entrado en carnes, que se cambiaba frente a su taquilla. No obstante, dedujo que como casi todos los que por allí asomaban, tendría ese punto de narcisismo, que tantas y tantas veces había observado. Jonás pensaba que sus compañeros de gym, eran gente de todo tipo, pero con algo en común. Les veía con un punto de coqueteria más que a la media. Si vienen aquí para cuidar el cuerpo, es porque les gusta luego presumir de ello. Era su idea, en la que sin duda, él encajaba a la perfección. Jonás es una persona presumida. No aparenta su edad, que ya se aproxima a la cuarentena, y es en parte, porque siempre se ha cuidado. Con los auriculares puestos, se adentra en la sala de máquinas. De un vistazo rápido, examina a sus compañeros de ejercicios. Dos muchachas, algo más jóvenes que él llaman rápidamente su atención. Sus ajustadas mallas, y sus imponentes curvas, hacen que la actividad cerebral de Jonás, aumente expotencialmente. Su punto de timidez, no le permiten acercarse, por lo que se concentra en sus ejercicios. Como hace tiempo que no practica, decide hacer un entrenaminento suave. Jonás controla toda la sala. Las dos chicas, han salido juntas, y con ellas, la única distracción visual. Frente a él, una señora con demasiados kg, intenta pedalear, al tiempo que lee el Hola. Piensa que hay algunas que no tienen solución, pero valora su fuerza de voluntad y la ausencia total de complejos. En sus auriculares, Fito y los fitipaldis le explican, como por la boca muere el pez. De pronto, para de hacer sus ejercicios, y despega de sus oidos los auriculares. Ha observado algo de lo que nunca se había dado cuenta. Ve como cada persona, va a lo suyo. Nadie habla con nadie. Los usuarios se esfuerzan, en ejercicios individuales. Otros esperan a que la máquina en cuestión quede libre. Pero ni una palabra. Ni una mirada. Nada. Es todo tan inhumano...todo tan frio....Como si de una pelicula se tratase, uno no puede hacer más que observar. Las dos de las mallas, vuelven en silencio. Cada una lleva sus auriculares. Es como si fuesen autómatas. Cada uno es una parte del todo. Pero una parte indivisible e insumable. Todos son desconocidos, aunque hay personas a las que lleva viendo más de 6 meses. Pero no sabe nada de ellas. Es como si la sociabilidad, se acabase al entrar por la puerta. Inmediantamente, pensó que deberían prohibir los auriculares. Lo único que hacen es que cada uno se meta en su mundo, y ni hable, ni escuche. Tampoco era cuestión de montar una tertulia en el gym, pero si al menos, conocer algo sobre la persona que a dos metros de ti, lleva tantas tardes, y no sabes ni su nombre. Bajando la vista, se vuelve a poner sus auriculares, Madonna en este caso le canta a su isla bonita, y Jonás piensa que hoy está un poco más filosófico de lo normal. Empapado en sudor, da por concluidos sus ejercicios. De vuelta a los vestuarios, vuelve sobre su idea de hacerlos mixtos. Mandaría una sugerencia a la dirección. Posiblemente, le tomasen por loco, pero, Jonás no era de los que se arrugaba ante las adversidades. Una vez dentro de los mismos, vuelven las desconfianzas. Observa como el discreto señor de pelo blanco de su izquierda le mira de soslayo. Da lo mismo, está inmunizado. Al principio era algo que le preocupaba, pero que con el tiempo, había asimilado. Curiosamente, en los vestuarios, si que hay grupos que hablan, y piensa que el ambiente es distinto. Acaba de arreglarse, y se dispone a salir. En sus auriculares, Ryan Paris le explica lo que es la Dolce Vita.

domingo, 8 de marzo de 2009

Ovejas


Cuando emprendió la marcha, faltaban 5 minutos para las 8 de la mañana. Jonás, volvia a llegar tarde una vez más. Su carácter abierto, y su excelente sentido del humor, hacían que no se le conociesen enemigos. Rehuía de los enfrentamientos personales, aún a costa de perder sus propios derechos. Jonás iba concentrado en el tráfico, que no le permitia avanzar con la diligencia que él quería. En su cabeza, ordenaba la actividad del día. Era, pensaba, otro dia más. La rutina, se había acoplado a él, como una tuerca con su tornillo. A pocos metros de su camino, una pareja discutía amargamente. El aspecto era el de una riña algo más subida de tono de lo que se podía considerar como razonable. El semáforo en rojo, permitia a Jonás divisar la escena con detenimiento. El hombre, muy corpulento y desaliñado, intentaba sujetar a una mujer, de la que tan sólo destacaba su negra melena. Ella, manoteaba bruscamente contra su agresor, manteniendolo a una distancia de seguridad, que a todas luces era insuficiente. Un inoportuno pitido del coche de atrás, sacó a Jonás de su ensimismamiento. Sin dejar de mirarles, reanudó la marcha. La mano del agresor, conectó con el rostro de la mujer, que indefensa, estrelló su cuerpo contra el suelo. Una patada hizo que la mujer lanzara un desgarrador grito, que Jonás escuchó a pesar de la distancia que ya los separaban. Jonás sintió que la patada se la habian dado a él mismo. El tráfico seguia su curso. Como ovejas dentro de un rebaño, nadie se inmutaba del maltrato al que la mujer se estaba viendo castigada. Algo se removió dentro de las entrañas de Jonás, que de un volantazo se salió de su camino habitual. En décimas de segundo, habia decidido que no podía consentir lo que estaba viendo. Desde su coche, llamó a la policía, informando de la agresión. Pero no podía esperar a que ellos llegasen. Sería demasiado tarde. El combate era muy desigual. Si no ayudaba a la pobre mujer, ésta no sobreviviria. A toda velocidad, se acercaba haciendo sonar el cláxon. Su intención era hacer todo el ruido posible, buscando aliados dentro del rebaño, que inmutable seguía su paso. Llegó a pocos metros de donde se estaba produciendo la agresión, bajó del coche y cogiendo impulso se lanzó contra el agresor, derribándolo con el peso de su cuerpo. Los dos cayeron al suelo. Jonás estaba fuera de sí. Jamás se había pegado contra nadie. Comprobó que aquel cobarde era de etnia gitana. Sus ropas negras, su piel aceituna, y sus rasgos eran inconfundibles. Torpemente, intentaba golpear a aquel desalmado. Se había convertido en una cuestión de supervivencia. El rebaño seguía inexorablemente su paso, lento pero seguro. Dos hombres se jugaban la vida a pocos metros, pero parecía que a nadie le importaba. El gitano, mucho más avezado en el cuerpo a cuerpo que Jonás, logró zafarse, propinando un tremendo golpe a nuestro heróe. Vio como sacaba de su bolso una enorme navaja. En ese momento, Jonás comprendió que iba a morir. Estaba indefenso, en el suelo, cansado por el rifi-rafe anterior. Su mente trabajaba deprisa, pero no veia escapatoria. El gitano, parecía estar cumpliendo con un ritual, ya que sus gestos y sus movimientos eran de una precisión milimétrica. Lo cogió del nudo de la corbata, esa que le regaló su suegra por navidades, apretando con ambas manos. Un acto reflejo, hizo que la poca fuerza que quedaba en el cuerpo de Jonás, se concentrase en su rodilla, propinando un magnífico rodillazo en la entrepierna del voluminoso gitano. Éste, acusó el magnifico golpe, soltandolo repentinamente. Las sirenas de las fuerzas del orden, se oían en la distancia. Los conductores asistían impavidos al espectáculo. Nadie hacía nada. La sociedad es cobarde y se ampara en la multitud, para no ver lo que no quieren ver. Jonás se puso de rodillas. le costaba respirar. Las potentes manos del gitano, habían hecho mella en él. Le costaba respirar, empapado en sudor y con los ojos desbordados de lágrimas, distinguia como el agresor se reponía de la efectiva patada. Llegaba el segundo asalto, en clara desventaja. La preocupación de Jonás era la imponente navaja que blandía en su mano derecha el agresor. Si en algún momento pensó que estaba cerca de la muerte, ése era el momento. El calé se avalanzó de nuevo contra él, con la intención de clavarle el arma, pero ya no tenía la precisión de unos minutos atrás. El cansancio físico tambien hacía mella en el gigante. No obstante, la ventaja era muy sustancial para él. Las fuerzas de Jonás estaban a punto de abandonarle. El rebaño continuaba sin inmutarse, las sirenas se oian cada vez más cerca, pero sabía que el desenlace no se demoraría más de unos segundos. Cuando ya contaba que todo estaba perdido, unas gotas de sangre caian sobre Jonás. El gitano, había quedado inerte, sin fuerzas, y el arma caía muy cerca del rostro de nuestro amigo. La vista se desvió unos centímetros a su derecha. La mujer de la larga cabellera negra, sujetaba una puntiaguda piedra en su mano derecha, cuyo extremo, se teñia de rojo, mientras lanzaba juramentos contra el agresor que a punto habia estado de acabar con su vida. Ayudó a incorporarse a Jonás, apartando el pesado cuerpo del gigante. Las sirenas cada vez se oían más cercanas. De repente una fuerte luz cegaba la vista de Jonás. ¡¡¡Jonás¡¡¡ despierta que ya es muy tarde. Las dulces manos de Raquel, zarandeaban a un Jonás empapado en sudor. El despertador seguía sonando. De un rápido manotazo, la bella mujer apretó el botón que silenciaban las sirenas que oía nuestro personaje desde hacía tiempo. Tardó en volver a la realidad. Mientras desayunaban, contaba cada detalle de su pesadilla. A la hora de vestirse, decidió que hoy, no se pondría corbata.

miércoles, 4 de marzo de 2009

La señora de la limpieza


Eran las 6.30 de la mañana. El quinto "beep" del despertador, hizo que Hugo se removiese en la cama, y por fín sacase su caliente mano de debajo de las sábanas para apagar el dichoso sonido. Con un ojo todavía dormido, acertó a sentarse en el borde de la cama. Otra vez más, una de las zapatillas había caido lejos anoche, por lo que tendría que apoyar su pie en el frio suelo. Dió tres pasos, se calzó, tambaleándose y medio dormido, alcanzó el cuarto de baño. Los apliques de luz, que con tanto esfuerzo en su dia colocó, cegaban sus aletargados ojos. Media hora larga, es lo que le lleva a Hugo expulsar de su pequeño cuerpo la cena de anoche, ducharse y afeitarse. Durante el desalojo, le gusta ojear su revista de coches en vigor, o quizás la última de cotilleos que Elena dejó allí por la noche. Si, porque Elena, a pesar de su extremada belleza, y sus finos modales, era de vientre lento, por lo que las pocas veces que entraba a obrar, lo hacía con extremada calma y dedicación. Hugo de por sí es bastánte rápido a la hora de cumplir con su digestión, pero la lectura y el aroma, le mecen en uno de los que sin duda, califica como mejores momentos del día. Mecánicamente, pone el tostador, y se prepara un gran tazón de nesquick. Mientras Carlos Herrera desmenuza la actualidad del día, termina el desayuno, friega los cacharros, y como todos los días, sale atropellado de casa, ha vuelto a hacer de pronto tarde.
Las escaleras no tienen secretos para él, las conoce una a una, y las baja de tres en tres. El coche, el viejo Golf blanco, esta noche se ha librado de la helada. Arranca a la primera, y sale directo a trabajar. En la radio del coche, Herrera sigue repartiendo a diestra y siniestra, y Hugo, sonrie cuando comentan que el presidente coge su guitarra y Moratinos acompañando a Maria Teresa, le hace los coros. Hugo es una persona moderada y tranquila, pero no le gusta que le engañen, es concienzudo en sus pensamientos, y muy abierto de ideas, siempre pensando en que lo que realmente se echa en falta en la clase política es sentído común. Absorto en sus pensamientos estaba, cuando el claxon del impaciente que lleva detrás, le sobresalta, mete primera y sale, mascullando lo gilipollas que se puede ser, cuando se está en segunda posición de un semáforo. Disfruta del tacto que conserva su viejo Volkswagen, cuando de repente, nota como algo dentro de sus tripas se mueve. Piensa que lo tiene todo controlado, ladea su cuerpo hacia la izquierda, respira profundo y hace un pequeño esfuerzo subabdominal, para soltar lo que el piensa que es un simple pedo. La preocupación le invade, cuando percibe como además del elemento gaseoso, le acompaña una pequeña deposición. Nota como una terrible presión, le oprime la zona del esfuerzo, aprieta los gluteos con toda su alma y acelera el ritmo de la conducción, tomando las curvas casi a dos ruedas. Sudando y apresurado, llega al parking de la empresa donde trabaja. En la puerta, le sorprende encontrarse con un contenedor de obra en las que en negro puede leerse "TRASCON". No sabía que se estuviese haciendo ninguna obra en la nave. Le rodea como puede, y corriendo sube las escaleras que le llevan a los cuartos de baño. En el corto trayecto, se ha desatado el cinto, y ha desabrochado el botón del pantalón. Inconscientemente, su cerebro le ha dicho a su aparato digestivo que inmediatamente podrá liberarse de lo que tanto le oprime. Al dar la vuelta al esquinazo de los vestuarios, la preocupación se convierte en tragedia. Rosa, la corpulenta encargada de la limpieza, está fregando los retretes, y cuando esto pasa, su palabra es ley. No se puede pasar, y Hugo lo sabe. Sabe que no podrá convencerla. Nadie, desde que el trabaja allí había podido ablandar ese roqueño corazón. Aunque no está escrito en ninguna parte, sabe que es su terreno, y que allí, Rosa, es invencible e implacable. No se apiadará de él. En éstas estaba, cuando su sistema digestivo, le vuelve a ocupar toda su atención. Reclama al cerebro su promesa. Hugo piensa a la velocidad de un ordenador de la NASA. Está en juego lo que está en juego. Da dos pasos para delante, uno para la derecha, otro para atrás...anda en circulos, piensa muy rápido. No ve salida, aprieta el culo y la situación se hace insostenible. Cegado por la necesidad, enfila el pasillo. Nota como el sudor ya empapa su camiseta. La situación es límite. Se dirige a los cuartos de baño de señoras, es su última esperanza. La necesidad le aprieta, y asume el riesgo de que le pillen entrando es ese lugar, completamente vetado para los hombres. Cuando por fín llega al final de la escalera, la tragédia se convierte en holocausto nuclear. Dos albañiles aporrean con sus mazas los azulejos del cuarto. Se siente acorralado. Su intestino ya no manda mensajes al cerebro, su intestino ha invadido su cerebro.El fondo de sus ojos, ha pasado del blanco habitual, a un intenso y sospechoso color marrón. Agotado, sudoroso, ciego por la necesidad, sale al exterior de la nave. Se ilumina su mirada, da un salto, y se mete en el TRASCON. A sangre y fuego, se baja pantalones y el calzoncillo. Su pequeño cuerpo se acomoda en el interior del contenedor, se agacha y por fín, descerraja una tremenda ventosidad. Inquieto cual leona después de hacer presa, vigila los alrededores. Ser descubierto por un compañero, o lo que es peor por un superior, en ese trance, podría ser fatal. Despues del tercer envite, por fín se ve liberado del incomodo pasajero que llevaba en su interior. Con tremendo orgullo, examina la deposición, pensando que a pesar de su pequeña estatura, ese volumen era digno de un macho mucho más voluminoso que él. Pero aún no han terminado sus preocupaciones. Con las prisas, no ha cogido nada con lo que adecentarse la zona de tránsito. Otra vez, ha de tomar una decisión rápida. Está en una posición muy comprometida y tiene que abandonar el contenedor con suma urgencia. Tan sólo tiene a mano unos cascotes de obra. Su cerebro rechaza con autoridad su primer impulso. Sabe que si utiliza esos rotos ladrillos, estará sin poder sentarse durante una semana. Pero Hugo es un hombre de recursos. Mira hacia sus pies, respira hondo de nuevo. Se ve acorralado tanto por la premura como por lo embarazoso de la situación. Sin dudarlo, se quita los zapatos, y segudamente se quita el calcetín derecho. Quien iba a pensar, que el regalo de su suegra, iba a tener un final tan trágico. Más que por lo abundante de la deposición, por la textura de la misma, no tiene suficiente con el calcetín derecho, teniendo que recurrir al izquierdo. Comprueba que todo está en orden, se sube los calzoncillos, los pantalones, se pone los zapatos, y tapa la prueba del delito con los cascotes que antes desprecio. Hugo es un hombre nuevo. Ha salvado la situación y el coste ha sido sólo un par de calcetines. Ahora sólo piensa en explicarla a Elena cómo ha perdido los calcetines. Y él en su interior piensa, total, vinieron de la mierda y terminaron en la mierda.

martes, 3 de marzo de 2009

"rehacer tu vida"


Hoy, y sin que sirva de precedente, voy a escribir sobre mi. Me he encontrado con una persona que en el pasado fue muy importante en mi vida, y me ha sorprendido cuando me ha preguntado que si "habia rehecho mi vida". En ese momento, me he quedado sin respuesta, pero, he reaccionado a tiempo y mira por donde no creo que se la vuelva a ocurrir preguntar eso jamás a nadie. Es de esas personas, cuyo único objetivo, desde que nace, es encontrar pareja, es formar una familia, y es ser ama de su casa. ¡¡¡Cuánto tengo que agradecerla cuando decidió que yo no la servía para sus objetivos¡¡¡. Teniendo en cuenta esos antecedentes, lógicamente ella estaba en la idea de que mi vida, despues de su decisión, se habría roto, y por ello lo de rehacer, no se puede rehacer nada que no se haya deshecho con anterioridad. Y eso es precisamente lo que la he contestado. "No he rehecho mi vida, porque jamás ha estado rota". La cara que ha puesto, era poco más o menos que la misma que ponía cuando el tirano de su padre, despues de comer, la hechaba un tremendo rapapolvo porque no tenía los anises preparados. Y yo lo recuerdo muy frecuentemente, que de aquella, su padre tenía poco más o menos la edad que yo tengo ahora. Era un señor muy mayor. Con poco pelo, y con la barba canosa. Y con una mala hostia, que sufría del estómago de tal manera, que los anises tenían que estar en la mesa, antes de que él los pidiese. Sinceramente, creo que con esa edad, y esa amargura interior, lo único a lo que podía aspirar es a quedarse más sólo que el as de bastos. Como así fue. Sus hijas huyeron a la más mínima y su hijo, no se si le aguantará mucho o poco, pero me decanto más por lo segundo. Lo que quiero decir con todo esto, es que, a pesar de los avances que hace el género femenino en esta sociedad, todavía nos encontramos con mujeres, más o menos jóvenes, a las que una educación retrograda y machista, las ha condenado de por vida a vivir en un segundo plano. A ir dos pasitos por detrás del marido (como los emperadores de Japón), a ser serviles, obedientes, cristianas, practicantes, modositas, decentes, limpias, gordas y con la permanente de rulo fino. Y todo eso, viene marcado por una educación transmitida por un padre prepotente, misógeno, tirano, acomplejado, de derechas, del Real Madrid, bajito y calvo. Es una pena, que alguien pueda marcarte la vida de esa manera. Es una pena que con veinte años estuviese tan buena, y ahora , casi veinte después, sea más fácil saltarla que darla la vuelta.

domingo, 1 de marzo de 2009

Consulta


Hoy es el gran dia. Señores, hoy es el dia en que nuestro mecanismo democrático nos da la voz. Es como en las bodas, "que hable hoy....o calle para siempre". En este caso, que calle para 4 años, porque hasta entonces, no nos van a volver a preguntar. La población tiene que expresar sus deseos, y es mucho lo que nos jugamos todos, fundamentalmente en las elecciones vascas. La posibilidad, según todos los sondeos, de que por fín, el PNV no gobierne, abre las puertas a la libertad en ese trocito de España. Porque las provincias vascongadas, mal que le pese a alguno, es un trocito de España, un trocito de todos nosotros por tanto. Entre tanto, los dos grandes partidos, tendrán que hacer de tripas corazón, y como dice la canción, tendrán que bailar pegados, pero muy pegados. Porque en las vascongadas, el pueblo va a decidir, no que gobierne el PSOE o el PP, si no que de una vez por todas, la libertad se haga un sitio, porque para eso estamos preguntando. No vale, bajo ningún concepto, que despues de la consulta, alguno se eche al monte, le entre el canguelo, y pacte con los malos. Por mi parte, doy todos mis ánimos a los valientes que, jugandose la vida y la de sus familias, se presentan a gobernar esa porción que tantas alegrias y tantos disgustos nos da. Porque las vascongadas son un territorio fértil, tiene un potencial tremendo, y una realidad que para si las quisieramos en otras partes de España. Sus gentes, por lo general, son gente sana, muy suya, muy vasca, con un apego terrible a sus tradiciones. Y que lo sigan siendo. Lo cortés no quita lo valiente. Son gente amable, sincera, abierta. Ahora sólo quiero que tambien demuestre, una vez más, ese coraje que les hace levantarse de la cama todos los dias, para que todo ese pueblo prospere. Y desde luego, las armas, el tiro en la nuca, las reivindicaciones independentistas, no son el camino. Y prometo, en su honor, brindar desde pucela, con una copita de txacolí.

sábado, 14 de febrero de 2009

Compromiso


Vivimos en la sociedad del compromiso. Aunque parezca una idea anticuada, las personas que somos de "bien", unas veces por gusto, otras por obligación, nos vemos abocadas a comprometernos. La gente que sientes cercana, parece que queda más a gusto, si conoce de tu compromiso, y sobre todo, es quien logra comprometerte, quien respira profundo y piensa que ha logrado un gran triunfo. Yo por mi parte, intento conservar mi libertad, aunque cada vez más, me van recortando lo que considero mi espacio vital. Parece que hay personas que se cansaron de ser libres, y se comprometen a todo. Dejan de actuar por su cuenta, para depender de otros para absolutamente todo. Y se sienten bien. Delegan su vida, a su compromiso. Pienso que no son conscientes de lo que hacen, bien porque son muy limitados, bien porque nunca han valorado la libertad, o bien por las dos cosas a la vez.

Hacer lo justito, para justificarse ante los demás, pasa a ser, la única preocupación de algunos comprometidos, y otorgan responsabilidades por cosas que realmente tendrían que recaer sobre ellos. Hablo en este caso, de los comprometidos con la mentira, el aparenteo y la falsedad.

Propongo una cosa: Comprometamonos todos a ser felices y a hacer feliz a la persona que tienes junto a ti. No miremos el futuro. No pensemos a largo plazo. Tan sólo comprometámonos a hacer la vida más fácil y más bonita a quien sabemos que piensa, habla y vive por uno.

Es una de las formulas de la felicidad.

domingo, 8 de febrero de 2009


Hoy sólo puedo escribir a cerca del grandioso triunfo de mi equipo, el Balonmano Valladolid, contra el Barcelona. Y es que cuando pasan estas cosas, en las que se demuestra que un hombre es igual a un hombre, independientemente del dinero de su nómina, uno siente que de alguna manera, se hace justicia. Es el triunfo del pobre contra el rico, el pequeño contra el grande, la humildad contra la sobervia, david contra goliat. Como homenaje, transcribo la canción de la bulliciosa "Peña Esgueva".


"Esta es la peña Esgueva, que en el fondo cantará. Ya llegó la hora del partido, ya llega la hora de animar, y desde el fondo cantarán "ALE, ALE, ALE, PUCELA ALE, ALE, ALE" trolololo lo lo lo.....

Animar animar por siempre al pucela, saca tu bufanda y grita más porque hay que animar, por siempre al pucela, este es tu equipo y esta es tu ciudad. Trolololo lo lo lo lo

Vamos mi pucela, yo te llevo dentro de mi corazón....

Fossa Pucela, Pucela campeones...Ale Pucela Ale Ale Ale......Somos los hinchas más anarquistas, los más borrachos, los más antifascistas. Por el Pucela revolucionario, todos los fachas fuera del estadio OE-OE-O Alucinamos con el Pucela del balonmano OE-OE-OE.

Desde el dia en que nací me hice hincha del pucela; siempre te voy a seguir durante toda mi vida entera; vayas a donde vayas, a todas partes te seguiré, vamos Pucela que vas a ganar SI-SI-SIIIIIII, para irme a emborrachar."


Gracias Pucela, por demostrame que el esfuerzo y la fe en las posibilidades de uno mismo, son los valores que tienen que guiar mi vida.

martes, 3 de febrero de 2009

Mujeres


Desde que tengo uso de razón, proceso una gran admiración a las mujeres. No sólo es que me atraigan, como a una buena parte de la población mundial, si no que abiertamente las admiro. Admiro su organización, sus valores, admiro su sofisticado modo de ver las cosas, pero a la vez su sencillez. Esta sociedad, quiere ver a la mujer como el sexo débil, y yo digo que eso es un tópico tremendo, ya que la mujer es mucho más fuerte que el hombre. Y digo fuerte, que no quiere decir que tenga más fuerza, si no que es mucho más resistente.


Además de esto, las mujeres son las protagonistas dentro de nuestra vida. A ellas. las ha tocado el papel de madres, y como es normal, cada una, es la persona más importante de cada famila que han formado. Ese honor, no lo tenemos los hombres, entre otras cosas, porque yo creo que no seriamos capaces de llevar ese liderazgo de manera tan solvente como ellas.


Si unimos a todo ello, que son las criaturas más preciosas del universo, nos encontramos ante un gran milagro, que no es otro que, partiendo de la misma materia prima que los hombres, pueda haber dos productos tan distintos.


Mujeres del mundo, os adoro. Teneis en este pobre mortal a un defensor a ultranza de vuestras costumbres, de vuestras dichas y desdichas, y como no, de vuestra mirada, que cuando la acompañais de una bonita sonrisa, es capaz de hacer que la noche, se vuelva el dia más luminoso que se conozca.

lunes, 26 de enero de 2009

¿crisis?


Hoy en la radio he escuchado al Sr. Botín, a la sazón presidente del Banco de Santander. En sus declaraciones venia a decir, que su banco ha tenido, durante el año 2008, unos resultados soprendentemente buenos. Estos no se han publicado a fecha de hoy, pero a tenor de lo comentado por D. Emilio, parece que han ganado bastante pasta. Y ahora viene cuando la matan. Si es cierto y se demostrará con la publicación de las dichosas cuentas, el gobierno de la nación (si es que existen tanto una cosa como la otra), debería quitar las ayudas que están dando a las entidades bancarias, exigir el total reembolso de esas subvenciones de las que se han visto beneficiados, y acto seguido convocar elecciones generales, por manifiesta inutilidad, falta de previsión y total desiria a la hora de administrar los dineros de todos.


¿Porque antes de anunciar ayudas a bombo y platillo al sector bancario, antes no se pide un adelanto de las cuentas, y se selecciona minimamente a quien le hacen falta las citadas ayudas?. ¿Porque una institución totalmente privada, tiene que ser el destinatario del dinero de todos?. Y el colmo es que con esos dineros, tengan el morro de repartir beneficios a sus accionistas. Eso ya va a ser digno de las antiguas peliculas del querid o Boris Karloff.


Señor Zapatero, D. José Luis, déjese de hacer posturitas, que ya las tenemos muy vistas, y por favor, no nos venda más motos, que yo al menos, no tengo ni carnet para conducirlas y me ha llenado el garaje de ciclomotores, que para más inri, encima no funcionan. Trabaje Ud, si es que entiende lo que significa ese verbo de la primera conjugación, haga que trabajen sus ministros, pero no como lo están haciendo hasta ahora, que entre el Sr. Solbes, el Sr. Sebastián y Pepiño Blanco, parece que se van a presentar al remake de "Sopa de Ganso". Baje Ud, de la nube, dese una vuelta por cualquier polígono de España, si quiere le invito yo mismo a darlo en mi coche, por el de San Cristóbal, en Valladolid, hable con los empresarios, escuchelos, y actue en consecuencia. Deje de tirar el dinero de todos, que estamos muy escasos de ello, y obligue a la banca a hacerse responsable del terrible embrollo en el que nos ha metido a todos.


Dice el refrán "La avaricia rompe el saco", pues bien, todos sabemos muy bien donde estan los avaros, y todos sabemos también a quien nos está tocando coser el saco.


jueves, 22 de enero de 2009

Decepción


Hoy me siento decepcionado. Como aficionado al balonmano, como español, me siento decepcionado por el ridículo espantoso que ha hecho nuestra selección en el mundial que se celebra en Croacia. Para ser sinceros, la decepción no sólo es de hoy, porque quizás hoy estaba ya preparado para ello. Es la actitud que lleva el grupo durante todo el campeonato lo que hace que los seguidores de este deporte nos sintamos de esta manera. Hay quien dice que el entrenador, un personaje que estaba retirado ya hacía unos años, es el culpable de este desaguisado, y yo sinceramente pienso que tiene mucha parte de culpa, pero tambien digo que el no sale a jugar, y son los jugadores quien lo hacen. Los jugadores de balonmano es España son profesionales, por lo tanto, no tendrian porque necesitar tanto apoyo psicológico por parte del entrenador. Porque a estos niveles, supongo yo que la labor del entrenador sea más que nada psicológica. Ya saben los jugadores todo lo que hay que saber, y desde mi punto de vista, todo es cuestión de motivación. Pero ahí es donde entra la contradicción. Para un profesional, la motivación tiene que surgirle de dentro de si mismo, de lograr un dinero por su trabajo, y de un reconocimiento laboral. Pero parece que a los deportistas eso no les vale. Cierto es que a mi me parece que incluso los jugadores de este deporte, infinitamente peor pagados que sus "primos" futboleros, están supervalorados, y que además encuentran en las selecciones nacionales, un caudal de dinero impresionante, y sin ninguna responsabilidad como contraprestación. Lo más penoso es que juegan con emociones, con sentimientos, y eso ni se paga, ni se corresponde. Son niñatos poco acostumbrados a ganarse lo que cobran, y eso quiera que no, mal forma a las personas, y máxime a una edad en la que los valores todavía están algo más que confusos.


Mención a parte me merece aquellos seguidores de la selección, que nada les vale. Me refiero en concreto a los seguidores de mi vecina población, León. Para mi que en Benavente tiene que haber el banco de testículos más importante del sur de europa. Porque los jugadores, mientras permanecen en su equipo (ademar), son los que más cojones ponen en el juego, pero cuando lo abandonan....esos mismos jugadores se convierten en "tarta de fresa". El seguidor leonés es especial. Desprecia todo lo que no sea de su equipo. Propone internacionalidades imposibles (Castresana), es malicioso, porque ve confabulaciones judeo-masónicas en todas las decisiones que no les beneficia, y si además, se comete alguna injustica (caso sarmiento), pues encima, para que quieres más. El seguidor leonita, es frágil de memoria, desvergonzado, falto de educación y pánfilo. Odia sin motivo a Valladolid y a sus equipos. Es envidioso, cabezón, obtuso y mentecato. La única razón de vivir que tiene es quedar por encima de sus vecinos capitalinos. Ahora bien, no renuncian a la publicidad de la Junta de Castilla y León, según ellos, una farsa histórica e impuesta, pero que cuando va con el cheque, la abren las puertas de par en par, y que además es el auténtico sustento político de su mayor benefactor histórico, Caja España.

domingo, 11 de enero de 2009

Las Rebajas


Creo que estamos adormilados, o bien que nos llevan tratando como a ovejas tontas tanto tiempo, que al final consentimos y nos terminamos comportando como ellas. Hoy quiero hablar de Las Rebajas. El tema puede parecer valadí, pero...¿no les ha dado por pensar que si se baja el precio sustancialmente a un artículo, es porque el margen comercial con el que se estaba vendiendo anteriormente, era demasiado abultado?. Nos tratan de convencer de que lo hacen para que obtengamos una ventaja, y podamos adquirir los mismos productos, que en condiciones normales, nos valdrían más dinero, pero...conmigo ya no cuela. Me parece abusivo, que un producto si lo compras el dia 5 de enero, valga un 30% más que si lo haces el dia 6.


Pero no crean que esto se queda así. Ahora viene quien va a hacer justicia. La crisis tiene esta parte positiva. Va a poner a cada uno en su sitio. Estoy cansado de ver, como el dueño de un pequeño negocio, explota a su trabajador, vive en la mejor zona de la ciudad, y conduce un BMW que vale más que mi piso, no pisa por su negocio, se cree poco más o menos que tiene una multinacional, y no sabe más que quejarse de como van las cosas. Este año, lo más seguro es que tenga que despedir a su empleado, se tenga que poner al frente de su negocio, (con lo cual sabrá lo rastrero que ha sido con la persona que ha estado haciendo ese trabajo), tendrá que mal vender el cochazo, para ir a trabajar en uno normalito y entonces, cuando se queje, lo hará con un poco más de sentido que lo que venía haciendo hasta entonces.


Los que llevamos el cinturón en el último agujero, desde hace 15 años, esto de la crisis sólo nos puede hacer una cosa. Gracia.

viernes, 9 de enero de 2009

frio


Son fechas de ello. Hace frio. Dicen que cuando el grajo vuela bajo, hace un frio del carajo. Pues bien, creo que en pucela hoy el grajo está practicando submarinismo en el Pisuerga, porque más frio no puede hacer. A lo que voy, que me disperso. Como son fechas de hacer frio, lo normal es que nieve. Las personas estamos habituadas a que en las peliculas, no pasa nada, suele haber final feliz, y cada uno a su casita como si tal. Pero señores, esto es la vida real, aquí no tiene porque haber final feliz. Si están diciendo en todos los medios de comunicación que no coja el coche, y si lo hace, que sea por causa de fuerza mayor y con las cadenas, ¿porque no se hace caso?. Luego vienen las quejas, y las tontadas. Frases como "yo pago mis impuestos y exijo que la carretera esté limpia", no son más que pataletas de niño pequeño, que no quieren más que ocultar su parte de responsabilidad en el hecho de haberse quedado tirado, que es muchísima.


En esta sociedad, hipócrita como ninguna, admitir que uno se ha equivocado, desde luego no está en nigún manual de yuppie reconvertido, de progre recalcitrante, ni de los que se confiesan de derechas y del Real Madrid. Y curiosamente, la culpa siempre es de otro. La gente pierde el miedo a todo. Y hay veces en las que la vida no perdona. Y para terminar, hacer mención a esa señora que decía en el telediario desde Barajas, que "si me suspenden el vuelo, me parten a la mitad". Señora, diga mejor que si sigue nevando, es una faena. Si suspenden el vuelo es porque no se puede volar. Y que se conforme con poderlo contar.

lunes, 5 de enero de 2009

fin de fiesta


A la hora que es hoy, y siendo el dia que es, creo que puedo decir que por fin se acabó esta locura que nos lleva todos los años esto que dan en llamar "la navidad". Yo por mi parte, hace unos años que ya no siento ese impulso que parece que te obliga a ser feliz. La realidad me vencio y lo peor es que todavía hoy, no se ni por donde me las están dando. Porque muy a mi pesar, esta sociedad me sigue empujando hacia donde yo no quiero ir. ¿Porque tengo que ser feliz en estas fechas?. Si mis sentimientos están enterrados, si no me quedan fuerzas para hacer más. Quizás sea que las personas somos más fuertes de lo que pensamos. Quizás a fuerza de intentar salir adelante, nos fabricamos una coraza, que nos permite, como los barcos, si tenemos un mamparo inundado, que el barco no se vaya a pique. Nosotros intentamos funcionar de la misma manera. Tratamos de suplir posibles deficiencias en alguna de nuestras parcelas (amor, trabajo, salud, familia, amigos...). De tal manera que si te va mal en el amor, tratamos de refugiarnos en el trabajo, o la familia...y así sucesivamente. Aunque la felicidad la entendamos como un pleno en todas las facetas, tratamos que ensalzando unas, cubran las que peor llevemos, y así vamos pasando el tiempo, con achaques en uno u otro mamparo, pero haciendo muchas veces, no sabiendo ni como, que el barco siga a flote y no se vaya a pique a las primeras de cambio.

Yo tengo la sensación de que el barco se ha estabilizado. Si bien es verdad que he tenido que achicar mucho agua, pero sigo la travesia de esta vida, que tan rebelde y tantas dificultades pone.